Creció el parque automotor y hay unos 480.000 vehículos activos en la ciudad. La cifra sube en verano y los fines de semana. Los decks, las paradas de taxis vacías, la ciclovía y los lugares prohibidos agravan la situación.
Encontrar un lugar para estacionar en el centro y otras zonas comerciales de Mar del Plata era, hasta hace un tiempo, un problema que se presentaba en el verano y algunos fines de semana. Sin embargo, el parque automotor local creció exponencialmente y, en simultáneo, se redujo la cantidad de espacios de estacionamiento, lo que llevó a que estacionar se vuelva un problema todo el año que por momentos genera caos en el tránsito.
Los decks gastronómicos instalados en la pandemia, las paradas de taxis vacías por la menor cantidad de vehículos en servicio, la construcción de la ciclovía y la cantidad de calles donde está prohibido estacionar son factores que involuntariamente han agravado el problema.
Entre las múltiples explicaciones y razones, hoy en la ciudad hay muchos más vehículos que antes y menos lugares de estacionamiento. El resultado de esta ecuación está a la vista y lo sufren todos los días miles de conductores.
Encontrar un lugar para estacionar puede transformarse en un dolor de cabeza para los vecinos y turistas, ya no solo en el centro y en verano, sino en varios puntos y durante todo el año.
Gran parte de los conductores que se adentran en el micro y macrocentro dan vueltas y vueltas hasta hallar un espacio libre, aunque el objetivo -sobre todo en horas pico- se vuelve por momentos una misión imposible. A veces ni siquiera alejándose varias cuadras del destino se encuentra lugar.
La hora de estacionamiento medido cuesta $90 y está delimitada por las calles Buenos Aires, España, 25 de Mayo y Avenida Colón, inclusive. Comerciantes del centro advierten que, a pesar del control “permanente” de los agentes de tránsito, “la rotación de los autos ya no es como antes; la gente lo deja varias horas y se va”.
Al mismo tiempo, miles de marplatenses que trabajan en el centro dejan sus vehículos en los límites de la zona de estacionamiento medido, para no pagar.
En consecuencia, los alrededores del centro también dejaron de ser una opción para encontrar lugar, situación que se agrava aún más cerca de Tribunales, las clínicas, la ex Terminal y corredores gastronómicos.
En simultáneo, las cocheras muchas veces no dan abasto. A pesar de que en promedio cobran $300 la hora para estacionar el auto y hasta $600 para camionetas, a menudo se llenan y desaparece la opción de guardar allí el vehículo. Solo queda dar vueltas y alejarse.
Muchos conductores terminan dejando el auto en ochavas o paradas de taxis o colectivos, cansados de no encontrar lugar, pero generándole un problema al transporte público.
En este escenario, contradictoriamente o no, estacionar mal fue la infracción más frecuente del verano en Mar del Plata. Durante la primera quincena de enero, agentes municipales labraron 3515 actas por estacionar en lugares prohibidos; otras 1690 por hacerlo en espacios reservados; y 920 por parar en lugares de carga y descarga. En febrero se siguió la misma tendencia.
Toda multa provoca malestar en la ciudadanía, pero muchas de las infracciones fueron cuestionadas por los conductores. Marplatenses y turistas alzaron quejas tras encontrar el acta de infracción pegada en el vidrio de sus autos sin que haya señalización que informe la prohibición de estacionar donde lo dejaron.
Asimismo, en muchas calles hay carteles tapados por los árboles y cordones que no están pintados de amarillo, lo que lleva -sobre todo a los turistas- a tener que adivinar si se puede o no estacionar en determinados puntos. Los más conflictivos en ese sentido son los más próximos a las playas, en la zona norte, aunque también en el sur se genera este tipo de inconvenientes frecuentemente.
De acuerdo con los datos de la Dirección de Información Estratégica de la Municipalidad, en 2015 se habían registrado 330.353 autos y para 2017 el número había llegado a 366.833. De esta forma informaban que en Mar del Plata había un auto cada dos personas.
Según la Cámara de Comercio Automotor de Mar del Plata, el parque automotor actual es de unos 600.000 autos. Se trata de “una cifra estimativa”, aclaró el gerente de la entidad, Carlos Freijo, quien reparó en que muchos de esos vehículos no están en circulación, mientras que “los que vemos todos los días en las calles son alrededor de 480.000 vehículos”.
Durante el verano, Semana Santa, vacaciones de invierno y fines de semana largo de amplia demanda turística, el parque automotor se multiplica y el problema de dónde estacionar se potencia.
Mientras a nivel global el transporte público aparece como una solución mayoritaria para trasladarse y evitar los embotellamientos y problemas para estacionar, los problemas que arrastra hace años el servicio local llevan a que la mayoría de los vecinos con auto utilicen su vehículo y no el colectivo para moverse por la ciudad.
Los decks fueron una gran ayuda para los locales gastronómicos en medio de la pandemia, pero en los últimos meses se multiplicaron por toda la ciudad y parecen haber llegado para quedarse.
Cada deck ocupa en promedio el lugar de dos automóviles. La cantidad decks es considerablemente alta, pero al recorrer las calles céntricas, la zona de Güemes y San Juan, entre otras, queda claro que las estructuras han restado gran cantidad de lugares para estacionar en los sectores con mayor circulación de vehículos.
Los decks redujeron notablemente los espacios para estacionar en las zonas comerciales.
Paradójicamente, lo que el Municipio recauda por el estacionamiento de un solo lugar de estacionamiento representa prácticamente el doble de lo que abona un deck al año por metro cuadrado, según lo dispuesto en el Presupuesto 2023, lo que desató controversia entre la oposición y el Ejecutivo. “Con la venta de dos cafés por día van a pagar el uso del espacio público de un deck”, lanzaron desde el Frente de Todos.
También comerciantes de Güemes y autoridades de la Cámara Textil han alzado duras quejas por los espacios que ocupan las estructuras gastronómicas, que hoy se encuentran -hasta fin de mes- en proceso de adecuación a la nueva reglamentación, lo que indica que seguirán estando y acaparando espacios de estacionamiento en la vía pública.
Luego de la pandemia, la cantidad de taxis en actividad se ha reducido en la ciudad. La situación generó rechazo entre los usuarios y, de hecho, abrió paso al desembarco de las aplicaciones como Uber y Cabify.
Más allá del conflicto entre las partes, al recorrer calles del micro y macrocentro y otras zonas comerciales se advierte que muchas de las extensas paradas, que en algunos casos ocupan media cuadra, están vacías o con apenas unos pocos taxis.
En consecuencia, mientras muchos conductores buscan durante varios minutos un pequeño lugar para estacionar, hay paradas vacías reservadas para taxis que no están. Cansados de buscar, algunos terminan ocupando esa delimitación y son echados por los taxistas.
La decisión del gobierno municipal de construir la ciclovía que une a Plaza España con Plaza Mitre y atraviesa el centro fue celebrada por muchos vecinos, en especial los ciclistas, y cuestionada por otros.
La obra permite que los ciclistas circulen con mayor seguridad y no se generó una ola de siniestros viales como algunos arriesgaban apresuradamente, pero la ciclovía llevó a tener en el centro marplatense unas 12 cuadras menos para estacionar, sobre la mano izquierda de la calle Mitre.
No obstante, al mismo tiempo cabe destacar a la bicicleta como medio transporte alternativo y amigable con el medio ambiente, que esquiva el gran problema del estacionamiento.
La ordenanza que regula en qué calles y avenidas está permitido estacionar y dónde no, ha sufrido distintas modificaciones en los últimos años.
Hay quienes entienden que en muchas zonas donde no se permite estacionar, la prohibición debería revertirse para ganar lugar de estacionamiento.
A mediados del 2022, la concejal radical Marianela Romero presentó un proyecto para hacer una nueva modificación, la cual contemplaba la eliminación de varias zonas de estacionamiento prohibido, como Belgrano entre Hipólito Yrigoyen y Buenos Aires (mano derecha), donde circulaban varias líneas de colectivo que debieron cambiar su recorrido por los decks; Lamadrid entre Colón y Patricio Peralta Ramos; y por Luro desde Independencia hasta Yrigoyen, entre otras.
El proyecto ingresó al Concejo Deliberante en julio del año pasado, pero quedó estancado, sin avances, en la Comisión de Movilidad Urbana.
El presidente de esa misma comisión, Guillermo Volponi (PRO), propuso por su parte hace dos meses incluir un sector más entre los que no está permitido estacionar: un tramo de la costa en Patricio Peralta Ramos entre las calles General Paz y Urquiza.
En el Concejo, luego, ha habido pequeñas modificaciones y proyectos presentados en relación al estacionamiento, pero no se impulsaron soluciones de fondo al problema, que mientras tanto crece y ni siquiera encuentra alivio luego del aluvión turístico de la temporada de verano.
Cuando se habla del problema para estacionar en la ciudad, muchos marplatenses arriesgan que la construcción de cocheras subterráneas sería una solución.
Lo cierto es que más allá de los edificios, en la ciudad las cocheras bajo tierra son una verdadera rareza. La más amplia y antigua es la que se ubica debajo de la Plaza Colón, conectada al NH Gran Hotel Provincial, con gran capacidad.
El año pasado, sin embargo, concesionarios de balnearios de La Perla decidieron iniciar una mega obra para construir un estacionamiento bajo la superficie de la Plaza España.
Avanza la excavación para la construcción del estacionamiento subterráneo en plaza España
Actualmente se está ejecutando la obra de 2.400 metros cuadrados, que forma parte de la puesta en valor del sector de La Perla.
El espacio tendrá “cocheras para 100 autos, con salida por Catamarca -a la altura de Maipú- con mejoramiento de todas las áreas deportivas existentes”, según detallaron los concesionarios. Se estima que el estacionamiento estaría terminado el próximo año.
Por otro lado, en la zona del Puerto, donde también estacionar se ha vuelto un problema de todo el año, emerge una obra que traería algo de alivio.
El puerto de Mar del Plata busca darle un nuevo impulso turístico y comercial a la denominada Manzana de los Circos, predio para el que el Consorcio Portuario abrió semanas atrás un llamado a licitación con inversión mínima superior a los 11 millones de dólares para proyectos que deben contemplar rubros de mercado, parque público y estacionamiento.
El proyecto, según está estipulado, deberá proponer integración y continuidad con el actual Centro Comercial Puerto y contribuir a la generación de “un frente de vinculación entre el puerto y la ciudad”.
Además de los emprendimientos comerciales, se contempla la creación de un espacio reservado a estacionamiento de más de 10.000 metros cuadrados con capacidad para unos 350 automotores.
Caos de tránsito en el acceso al Centro Comercial del Puerto en Semana Santa, con el estacionamiento colmado.
El Concejo Deliberante comenzó a tratar recientemente un proyecto de ordenanza impulsado por el Frente de Todos para avanzar en el desarrollo y la implementación de una aplicación con un mapeo de la ciudad, actualizado en tiempo y espacio, con el objetivo de ordenar y transparentar el uso del espacio público en cuanto a las reglas y los lugares de estacionamiento.
La iniciativa denominada “Donde estacionar”, propuesta por el concejal Roberto Gandolfi, busca que la app informe dónde cuál es la zona delimitada por el estacionamiento medido, sectores para personas con discapacidad, espacios reservados, transporte escolar, estacionamiento para el turismo, ambulancias, motos, paradas de transporte público, zonas de carga y descarga, garajes y señalización de estacionamiento prohibido, entre otros datos.
El proyecto tuvo su primer tratamiento días atrás y los concejales decidieron solicitarte informes técnicos a varias áreas del gobierno municipal para ver si es posible avanzar.
En otras ciudades del mundo ya existen sistemas similares. Incluso en Buenos Aires funcionan varias aplicaciones, y otras en Córdoba y Rosario.